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La hidratación facial es un tratamiento diseñado para restaurar y mantener los niveles óptimos de agua en la piel del rostro. Este tratamiento es esencial para mantener la piel saludable, suave y flexible, especialmente si se enfrenta a factores que la resecan, como el clima, la contaminación, el uso de productos agresivos o la deshidratación natural con el paso del tiempo.
El objetivo principal de la hidratación facial es reponer la humedad perdida y prevenir la sequedad, descamación, y otros signos de deshidratación que pueden contribuir al envejecimiento prematuro o a la aparición de irritaciones y líneas finas.